La comunidad LGBTIQA+ y The Last of Us

La comunidad LGBTIQA+ y The Last of Us se han unido al debate en redes de la inclusión trayendo a la mesa al medio del videojuego a través de sus personajes.

La comunidad LGBTIQA+ y The Last of Us son una combinación que ha suscitado el debate en redes sociales de si la inclusión de los personajes de este colectivo es algo que favorece o no al mundo de los videojuegos. Unos lo denominan como la intrusión de una agenda política, mientras que otros lo toman con naturalidad, pero ¿En qué influencia realmente la aparición de estos personajes en esta famosa historia?

Breve introducción del desarrollo de personajes en videojuegos.

Los videojuegos son un medio versátil de generación de historias que llegan a todos los usuarios que, por encima de ver una historia, prefieren vivirla a través de un mando o un teclado. Es una forma interactiva de contar historias de toda índole y no podemos evitar crear una relación parasocial con sus personajes, producto de las experiencias y eventos compartidos con ellos. Esto produce que, como usuarios, muchas veces los veamos como figuras familiares, ejemplos de comportamiento o incluso nos veamos reflejados en ellos.

Estos personajes han ido creciendo con nosotros en sus representaciones, desde los principios en los que solo veíamos una pelota con la que podíamos interactuar, pasamos a personajes antropomórficos, alienígenas, seres humanos de todas las razas y todo sin un desarrollo de personaje muy complejo, lo suficiente para cumplir la misión. El personaje se limitaba a ser la mano ejecutora del jugador en un mundo de píxeles.

Posteriormente, se produjo una inevitable evolución marcada por el desarrollo del personaje, y es que los jugadores queríamos saber quién era esa persona que teníamos el placer de controlar. Con este desarrollo de personajes comenzaron a establecerse los roles que conocemos en la actualidad hasta crear historias que enriquecen a la acción principal, aportando contexto y drama a cada acción de nuestros personajes, sus compañeros o los NPCs que nos encontramos por el camino.

Con el desarrollo de estos personajes viene, la inevitable recreación de la realidad en la que vivimos. Si bien comenzaron a incluir personajes femeninos fuertes en las historias, como a Tomb Raider que protagonizaba la suya propia, estos se verían como personajes que, fuera de la lógica de las acciones que ejercerían en el juego, llevarían ropas que no son lo más eficiente para recorrer la selva o enfrentarse al mal. De la misma forma, el realismo en la figura masculina se veía planteada por hombres tremendamente musculados que podían hacer todo sin temer a nada. Saltar desde un tren en marcha, partir a un enemigo en dos con tus manos o arrancar árboles era algo viable para el personaje masculino.

Sin embargo, es en los últimos tiempos cuando estamos viendo un cambio en la tendencia del videojuego, haciendo fantasía de personajes cada vez más reales, personajes que podrían estar perfectamente insertos en nuestra sociedad y que hacen que nos reflejemos más en ellos. Es el caso de The Last of Us , cuyos personajes experimentan en su desarrollo sentimientos muy humanos derivados de su guion y su interpretación.

Personajes LGBTIQA+

A lo largo de la saga conocemos a varios personajes que pertenecen al colectivo LGBTIQA+. Los personajes en cuestión son: Ellie, Riley, Bill, Frank, Cat, Dina y Lev. Cada uno trata rasgos diferentes de la comunidad LGBTIQA+ a lo largo de su aparición en el videojuego. El descubrimiento por parte del jugador de esta orientación sexual o identidad de género se produce con más o menos fuerza en tanto a que el desarrollo del personaje en concreto vaya a ser más o menos relevante para la trama principal. Por ejemplo, conocemos más de la sexualidad de Ellie que de la de Bill o Riley a pesar de ser personajes del colectivo.

Esto se produce porque Ellie es una de las protagonistas en todas las entregas, desde los juegos principales hasta el DLC, mientras que Bill solo es un escenario. De la misma forma, conocemos bien poco de la sexualidad de cualquier otro secundario, como por ejemplo Tess, a la cual se le supone ser heterosexual a la espera de que una nota o un comentario diga otra cosa.

Por lo tanto, los personajes de este colectivo suponen una pieza más en la elaborada trama de Naugthy Dog, donde se produce un desarrollo más o menos notorio de esta característica en función del nivel de protagonismo que cada personaje tenga.

¿Cómo afectan todas estas historias al juego?

El tratamiento de estos personajes parece cubrir buena parte del espectro de la comunidad lgbtqia+, enseñando como estas circunstancias pueden afectar o no a lo largo de un mundo postapocalíptico, pero sin llegar a ser el tema principal. Es simplemente amor o cuestión de identidad de género, no impide que Joel quiera llevar a Ellie a los luciérnagas ni que Ellie quiera consumar su venganza contra Abby por haber matado a Joel. Pero sí que ofrece el drama que tratábamos antes.

Esto nos hace plantearnos unas nuevas circunstancias y caminos en la narrativa del videojuego, donde un chico trans es perseguido por una comunidad entera de personas ultrareligiosas que no le aceptan tal como es, a pesar de haber convivido con él toda la vida. Esto hace el contrapunto que ayuda a Abby a reflexionar sobre su propia facción y pone de manifiesto, una sencilla trama que se ha desarrollado en películas o novelas. La creación de una alianza entre personajes completamente contrarios para crear un grupo que combata la corrupción de sus grupos iniciales. Es un clásico que vemos en Romeo y Julieta, Memorias de Idhun, la princesa Mononoke, entre otros.

En el camino de Ellie, el hecho de haber desarrollado una relación con Riley es lo que le hizo descubrir su inmunidad y de paso, comenzar el viaje que llevaría con Joel durante el primer juego. De la misma forma, al ser Dina bisexual, permitió la creación de una trama en la que Ellie formase una familia adoptando al hijo biológico de Dina, creando una familia homoparental que pocas veces ha sido representada en el medio.

Pero de nuevo volvemos a la pregunta ¿En qué afecta realmente a la trama del propio videojuego? En nada. el juego se desarrolla como debe ser, un viaje y una historia de venganza. Volver a todos los personajes heterosexuales, como por ejemplo que Ellie fuera hombre y dejase embarazada a Dina, que en lugar de amar a Frank, Bill hubiera amado a Francine o que Lev hubiera nacido como hombre, con un delito diferente en su comunidad, no hubiera cambiado ninguna acción. Pero si que ha conseguido algo en el jugador que no habría conseguido de no ser una representación de este colectivo.

Ha conseguido lo que veníamos expresando en la introducción, una evolución en el desarrollo del personaje para que este se adapte a la realidad en la que el jugador vive. La relación parasocial de la que hablábamos, produce, inevitablemente, la identificación del usuario con el personaje al que juega. El hecho de ofrecer personajes diversos en tanto a una representación de varias razas, géneros, religiones, orientaciones sexuales, identidad de género, cuerpos, discapacidades etc. Ayuda a afianzar estas diferencias como algo normal y aceptado, viéndose reflejado en un medio que adora.

Conclusiones

La idea de que se debe cumplir lo normativo como base de que es lo que siempre se ha hecho, es una limitación al progreso sin sentido en una visión conservadora que en nada ayuda a la evolución del medio al que nos refiramos. Es cierto que permanecer en el sitio evita sorpresas y más cuando hay algo que realmente nos gusta, pero también, quedarse anclado en una idea evita que descubramos nuevas perspectivas y formas de hacer las cosas.

Por esto mismo, la inclusión de personajes de la comunidad lgbtqia+ dentro del mundo de The Last of Us ha sido un acierto tanto en su idea como en su ejecución. Desde el punto de vista narrativo, solo afecta al desarrollo de personajes, desde el punto de vista comercial supone un beneficio el hecho de llegar a más público que se introduzca en los videojuegos y desde el punto de vista de la industria, abre las puertas a ser un ejemplo más de como las narrativas con personajes de este colectivo pueden ser una forma más de enriquecer el desarrollo de personajes.

En definitiva, es algo realmente magnífico el hecho de poder disfrutar de personajes con estas características en los videojuegos. Es de esperar que introduzcan más características a futuros personajes que hagan que se acerquen a nuestro día a día, a través de sus experiencias y cualidades más allá de los píxeles.

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