La madrugada del pasado lunes llegó el estreno del capítulo 4 de la serie de HBO The Last of Us. Y no os voy a mentir: Se ha convertido en mi caítulo favorito después del capítulo 3. Y es que el tercer capítulo fue una oda al amor en tiempos de apocalipsis, la historia entre Bill y Frank que a muchos nos conmocionó, mientras este capítulo es, simplemente, ellos. Joel y Ellie, tal como les conocemos en el videojuego, pero esta vez con personas reales en su lugar.
Joel y Ellie
Estos dos personajes nos robaron el corazón a más de uno y de una. Les conocimos en el videojuego que da vida a esta serie, vivimos junto a ellos historias increíbles, les conocimos, sentimos lo que ellos mismos sentían. Lloramos con ellos y por ellos. Seguramente sean los personajes favoritos de muchos de los fans, ya no por ser los protagonistas, sino por todo lo que tienen detrás de sus historias y porque nos hacen partícipes de ellas.
Parecía casi imposible que sintiéramos esto con la serie. Ambos actores fueron muy criticados, que si a Pedro le faltaba barba, que si Ellie es muy fea. Que si tal o que si cual. Pues en este capítulo han dado vida, de una manera increíble, a los personajes que tanto amamos. En este capítulo han conseguido transmitir lo mismo que los personajes transmiten en el juego.
Gran dosis de fanservice
En este cuarto capítulo hemos tenido una gran dosis de fanservice por parte de estos dos personajes. Ya es sabido que la serie esta plagada de escenas calcadas del videojuego, frases idénticas, guiños a objetos, a personajes. Pero está claro que este capítulo está dedicado a los más fans de este duo. Y es que desde que empieza el capítulo, hasta que termina, todo está sacado del juego.
Partamos por el principio, ese guiño al casete con la canción de Hank Williams “Alone and Forsaken”. Canción que nos acompaña mientras nuestros protagonistas recorren carreteras en esa camioneta. De repente Ellie encuentra ESA revista, seguro que en ese momento muchos fans estábamos en nuestras cabezas “la revista Ellie, saca la revista por favor” (sí, yo estaba así, no me escondo). Y no sólo saca la revista, sino que encima comparten los mismos diálogos que en el videojuego.
Y ya, el momento álgido para los más fans: el libro de chistes “No Pun Intended: Volumen 2” escrito por Will Livingstone. Y es que no puede existir una Ellie Williams sin sus chistes malos, si le quitamos eso a este personaje nos quedaría una Ellie de lo más normal, y es que esto es lo que la hace tan especial, a parte de su forma de ser. Habría que montar un altar a la gente que ha incluido esto en la serie, porque de verdad que era MUY necesario.
Este capítulo, por encima de todo, está centrado en la relación entre Joel y Ellie. Vale que en el videojuego se va viendo poco a poco, y aquí tenemos un capítulo donde empiezan por tenerse poco cariño y, después de una hora, ya les tenemos riendo juntos. Pero es que es imposible no quererles y no llorar de emoción viendo esto. Sí, también lloré en este capítulo de emoción por verles tan bien juntos, soy de esa clase de personas.
Les hemos visto hablando entre ellos, abriéndose al otro, riendo juntos, bromas, defendiéndose mutuamente. Esta es la relación que queríamos ver los fans, y esto es sólo el principio. Este capítulo ha sido una apertura para lo que se nos viene, que ya va cuesta arriba y sin frenos en lo que a sentimientos se refiere.