La pantalla se funde a negro y empieza la reproducción del tráiler. Una urbanización abandonada, comida por la naturaleza. La cámara se aleja, aparece un coche destrozado. Como espectador no sabes qué es lo que estás viendo. La cámara continúa su marcha atrás, aparece una señal de STOP con una pintada, un símbolo; y empiezas a entender. La cabeza te da vueltas, empieza a maquinar, una sonrisa empieza a desbordar. Hay un corte y vemos a una mujer afinando una guitarra. La voz de Ashley Johnson sale de la garganta de esa mujer cuando comienza a cantar. En la escena vemos una calma tras la tormenta, una ira descontrolada ha hecho añicos a todos los presentes, pero ahora el lugar está tranquilo. Se aprecia cierta belleza en toda esa destrucción. Un hombre aparece a contra luz y entra con la misma calma en la casa. Joel ha llegado al lugar. Volvemos a escuchar cómo llama a Ellie “kiddo”, la emoción del momento ya es más que visible. No esperabas una continuación del título, pero aquí la tienes. Ellie, con una rabia nunca vista antes, habla a la cámara:
I’m gonna find… and I’m gonna kill. Every. Last. One of them.
Playstation Experience 2016, 3 de diciembre. Fecha en la que The Last of Us Parte II se hace real.
Más que un videojuego
No fue un juego más. No puede ser ‘solo’ un remaster. The Last of Us Parte II es único, es enorme, es eterno. Da igual cuánto hayas reflexionado; siempre aparecen más temas, más enfoques. No importa cuánto hayas jugado; siempre descubres cosas nuevas, detalles nunca antes vistos.
Que vuelva a haber algo parecido a un lanzamiento de este título no es algo que se pueda tomar a la ligera. No es una cuestión de cuántos píxeles de más hayan añadido en pantalla, tampoco es cuestión de ver si la coletilla Remastered o Director’s Cut era más apropiada, ni del mucho o poco tiempo que haya pasado entre 2020 y 2024.
Tras la Playstation Experience del 2016, llegó la París Games Week de 2017. Ahí conocimos a Abby. Después llegó el E3 del 2018, con el tráiler del beso entre Ellie y Dina, con ese gameplay extenso entre los bosques plagados de serafitas. En 2020 el lanzamiento, el trámite psicológico que se tiene que realizar para superar la historia que se narra, las batallas fuera del juego contra el odio, contra la discriminación, contra las minorías. Hubo que defender el honor del juego, hubo que defender una historia demasiado valiente, demasiado rompedora.
El impacto no acaba con los créditos finales
Y tras el lanzamiento, tras la guerra en redes, llegaron los cambios en lo personal. Llegaron las reflexiones eternas, la interminable obsesión por un título, las ganas de conocer, de ser un experto, de saber todo lo que involucró el desarrollo de esa obra. También llega la necesidad de tener que aprender a lidiar sabiendo que el título supuso crunch, que un videojuego que te está haciendo cambiar supuso una cantidad interminable de trabajo para unas personas que no se merecían tener esa presión laboral. Y el conflicto con tu yo pasado, con tu yo presente, en todos y cada uno de los sentidos de tu vida trae consigo lo inevitable, el cambio.
El tener la necesidad de hablar de continuo sobre algo, de ser un pesado, trae el encontrar una comunidad de fans donde esa pesadez cae en gracia. Conocer a gente que te anima a desarrollar esos pensamientos, plasmarlos en un papel por primera vez y descubrir un hobbie como la escritura. Descubrir la necesidad de ser más pasional, de tener que alzar más la voz para hablar de lo que ves, de lo que sientes y de lo que piensas. De conocer a mucha gente interesante, muy alejada de ti. De obligarme a perdonar y olvidar el pasado. Empezar a querer explorar el mundo, de querer vivir otras experiencias y en otros lugares. Descubres que quieres cambiar tu vida al completo; y la cambias.
A nivel personal, académico y profesional, nada fue igual para mi desde que Ellie tocó Through the Valley en esa casa abandonada.
Un nuevo comienzo
The Last of Us Parte II es único e inimitable. Una experiencia que no solo afectó en el momento de jugarlo. El mero hecho de poder echar la vista atrás y rememorar todo lo vivido. De la interminable espera desde esa Playstation Experience al lanzamiento; y todo lo que llegó después del lanzamiento. Que vuelva a haber una fecha de lanzamiento de este título es la mejor excusa para enseñarle a mi pareja sentimental esta parte tan importante para mi, abrirme y que conozca uno de los sucesos que más ha cambiado mi vida. Una nueva fecha de lanzamiento será la excusa para volver a sobrepensar cada detalle, aprovechar la experiencia y conocimiento adquiridos con el tiempo y seguir explotando el hobbie de la escritura, volver a analizar con más sabiduría una obra que aun a día de hoy tiene fuelle para mucho tiempo. Percibo una nueva fecha de lanzamiento como un regalo.
No se viven muchas veces en la vida cosas tan importantes como fue el lanzamiento de este título. The Last of Us Parte II no es un juego más. Su remasterización tampoco lo será.
Hola compañero!
Estoy totalmente de acuerdo contigo, The Last of us es mucho más que un juego. A mi, como a muchos, la primera parte nos tocó y la segunda nos dejó una huella que durará por siempre. Es un placer poder contar con una comunidad que no te tome por pesado y/o loco y entienda los sentimientos que puedas tener a una historia tan maravillosa como ésta, y quiero dejar claro que, aunque tlou2 destaca por su historia, como juego, es de lo mejor que he podido jugar y llevo ya más de 40 años haciéndolo ????.
Y como bien dices, cualquier excusa es buena para volver a vivir la mejor historia creada en un videojuego.